lunes, 15 de abril de 2013

Juana I de Castilla, ¿La Reina Loca?

Juana I de Castilla
La reina Juana, hija de los Reyes Católicos, quizás los reyes más importantes de la historia de España y que más influirían en el devenir del principio del gran imperio que forjaría la Corona Española a base de mucho esfuerzo y con la espada. Juana fue la tercera hija que los dichos reyes tuvieron (Toledo, 6 de Diciembre de 1479- Tordesillas 1555). Con la línea de sucesión ya cubierta por su hermano Juan, y en segundas consecuencias por su hermana Isabel, a la infanta Juana fue educada para ser una buena esposa y no para asumir los designios de un reino, lo que no le incapacitaría para sobreponerse a ello cuando tenga que gobernar en Castilla a la muerte de su madre. Su educación corrió a cargo de la "Latina" Beatriz Galindo, gran amiga de su madre, pronto aprendió las lenguas romances que por entonces se hablaban en los distintos reinos de la Península, como también lo hizo con el Latín y el francés. Además fue educada en los comportamientos propios de una dama de la corte, en danza y música; y siempre tuvo una profunda religiosidad, como la que procesaba su madre, la reina católica. Esta, de igual modo también participó en la educación de sus hijos, aunque sus labores de Estado no le dejaron mucho tiempo.
Juana fue una niña muy hábil de rápido aprendizaje, llegando a ser la más aventajada de todos sus hermanos, y por lo cual la reina Isabel estaba muy encandilada con ella. Pero con la llegada de la edad casadera, Juana jugaría el papel que sus padres le reservaban, sería elegida para forjar una alianza matrimonial con la Casa de Austria, y así crear un cerco alrededor de Francia, enemigo natural de la Corona de Aragón, y con el matrimonio de Fernando e Isabel enemigo de también de Castilla.
En un principio los consejeros del Emperador Maximiliano eran recelosos de una unión con Castilla y Aragón, y veían menos provechoso para sus intereses, ya que estos tenían puestos los ojos en una unión con Francia, de la que creían que daría mejores frutos a la Casa de los Habsburgo. Pero el Emperador dio visto bueno a la unión con la corona hispánica y casó a su heredero con la infanta castellana Juana de Trastámara  y además hizo lo propio con Margarita de Habsburgo, la cual fue cedida en matrimonio con el infante Juan de Castilla, heredero a las coronas de Castilla y Aragón. Con estos matrimonios, las Casas de Habsburgo y  Trastámara quedaban unidas, y sin que fueran conscientes de ellos en aquel momento, los Reyes Católicos forjarían el imperio español que dominaría Europa durante un siglo y medio, con la llegada al trono de Carlos, que recibiría territorios por toda Europa.
Felipe "el hermoso"
Juana pronto embarcó hacía Flandes para en casamiento con Felipe "el hermoso" apodado así por su belleza física, saliendo de Laredo en Agosto de 1496 y desembarcando cerca de Middelburg. Tuvo que ser transportada hasta la corte en Bruselas, donde le esperaba su futuro esposo. Cuentan los escritos contemporáneos que se enamoraron nada más verse, y dada la belleza de Juana, Felipe hizo a un párroco que les casara en ese momento, en el mismo palacio de la corte. Pero el amor de Felipe hacia Juana se desvanecería muy pronto, y cuanto más se marchitaba su amor por ella, más aumentaba el de la futura archiduquesa de Austria. Los hijos no tardaron en llegar, Juana dio a luz a seis hijos, Leonor, Carlos, Isabel, Fernando, María y Catalina. Dada era la fecundidad de Juana y la facilidad de sus partos, que el nacimiento de su hijo Carlos fue en un retrete del palacio de Gante, ya que asistía a una fiesta y ella misma corto el cordón umbilical con su propia boca. De Juana se decía que "Su majestad paría como las vacas", por la facilidad de partos que tenía. La célebre frase de Isabel La Católica sobre Carlos "Este es el que se ha de llevar toda la suerte" como sucedería más adelante con la llegada al trono del mismo y la creación del gran imperio español.
Juana se vio en en una corte muy dinámica y festiva, al contrario de la castellana muy austera y sobria. Su marido pronto perdió la pasión por ella y frecuentó las camas de otras mujeres. Juana lo vigilaba continuamente por la corte, y empezó a correr el rumor entre los cortesanos flamencos que estaba loca. Producto de estas habladurías fueron las continuas peleas entre Juana y Felipe, donde esta le reprochaba su infidelidad, y por las fuertes reprimendas que le daba a sus damas de compañia, com el caso de una de sus acompañantes, a la cual desfiguró la cara con unas tijeras por creer que se acostaba con su marido.
En 1497 muere su hermano Juan, y su hermana Isabel se convertirá en heredera, hasta que nazca su hijo D. Miguel de Portugal, hijo de su matrimonio con Manuel I de Portugal. Pero fallecimiento de ella (1498) y de su hijo en 1500 dejaría como heredera la trono a Juana, siendo princesa de Asturias, aunque no lo fue de Gerona como su hermano Juan, ya que en Aragón no gobernaban las mujeres, lo que hizo que Fernando de Aragón tuviera segundas nuncias con Germana de Foix para buscar un heredero a la muerte de su hijo Juan y a la de su primera mujer Isabel en noviembre de 1504. Juana llego a Castilla en 1502, pero pronto se marchó de vuelta a Flandes ya que su marido se quedó en la corte flamenca. Se cree que Juana volvió porque no soportaba estar lejos de su marido, otros creen que le motivo serían los celos desmedidos y que Felipe visitaba las camas de otras mujeres con mucho asiduidad. Además se llegó hablar de Juana, como de una adicta al sexo y celosa desmedida, lo que le granjeó la fama de loca. Con la muerte de la reina Isabel en 1504, Juana se convirtió en reina de Castilla como dejó constancia en el testamento de "La Católica", pasando así Felipe a ser rey consorte. Pero los consejeros de Felipe, habidos de poder, y alguna parte de la nobleza castellana, comenzaron a convencer a Felipe para que este declarara a su mujer como loca y que a el se le proclamaría rey con todos los poderes. Poco a poco la idea fue seduciendo a Felipe, y con la Concordia de Salamanca en 1505, se hizo con parte del poder y regentó el trono con Fernando "El Católico", que por petición de su hija Juana lo hacia desde un año antes. Entre los dos muy pronto surgieron diferencias, y en el año 1506 se produjo la concordia de Vilafáfila, por la que Felipe, con el apoyo de la nobleza castellana fue proclamado rey de Castilla y Fernando tuvo que volver a Aragón. Pero poco duró su reinado, ya que solo 2 meses después, muere en Agosto de 1506. Mucho se ha hablado de la muerte de Felipe I, aunque la historia oficial dice que murió por las fiebres que le provocó beber agua muy fría después de un partido de pelota, muchos son los escépticos y piensan que su muerte pudo ser orquestada por Fernando para recuperar la regencia de Castilla. Juana desolada por la muerte
Reclusión de Juana en Tordesillas.
de su marido, comenzó el traslado de su marido a Granada, donde debía ser enterrado, aunque nunca llegó, y en Tordesillas fue enterrado, hasta su posterior traslado a Granda en 1525, y del mismo modo que Juana fue allí recluida contra su voluntad por mandato de su padre. Allí pasó los años la reina Juana, la que solo vería a su hijo Carlos en dos ocasiones, y que este, el Austria, poco se interesó por ella. Solo volvió ha escena cuando los comuneros en 1523 le pidieron que retomara las riendas del reino en contra de su hijo Carlos, pero ella se negó, no por locura, sino porque se cree que Juana nunca tuvo ni las ganas ni las fuerzas para gobernar el reino de Castilla. Juana moriría en 1555, su hijo Carlos, en 1558, quien le usurpó su reino durante 37 años.

¿Qué hay de cierto en la locura de Juana?
Ya había habido casos en su familia de locura según cuentan los cronistas de la época, como en el caso de abuela, la que fue segunda esposa de Juan II de Castilla, Isabel de Portugal. Esta reina, tuvo que ver como con la muerte de su marido, su hijastro Enrique IV de Trastámara era coronado rey, y como la posición de Enrique nunca fue fuerte,¿Pudo ver Isabel de Portugal miedo a que sus hijos pudieran ser asesinados o maltratados por su hermano?. La posición en el trono de Enrique no fue segura, ya que delegó en sus validos e intentaron derrocarle los mismos en el que él confió, pero no se cree que quisiera hacer daño a sus hermanos, ya que los procesaba gran cariño. Lo que sí el claro que Isabel de Portugal procesara miedo a los que de alguna manera gobernaban en Castilla, y de que estos pudieran apresar a sus hijos en busca de sus intereses. Pero también cabe la posibilidad que estuviera loca, ya que los escritos de la época decían que sufría fuertes ataques y que en alguna ocasión "echaba espumarajos por la boca", quizá su locura solo se debía a una epilepsia aguda. Si fuera cierto que sufría esta enfermedad no conocida en ésta época, pudo ser que fuera llamada loca por el desconocimiento de la dicha enfermedad.
Los restos de Juana y Felipe descansan en la catedral de Granada.
en lo que nos concierne a Juana, su "locura" algunos la han catalogado de un amor profundo que procesó a su marido, y por uno celos desmedidos. Lo que sí es cierto es que a todos les interesaba declalar que Juana estaba loca, en primer lugar a su marido, Felipe, el cual quería el trono de Castilla para sí, y no ser nada más que un consorte; a su padre,Fernando, que quería seguír ocupando la regencia de Castilla, y que lo hizo hasta su muerte en 1515; y por último a su hijo Carlos, para poder dirigír Castilla a su antojo, y tener alcance así a los recursos que llegaban de América para gastarlos en la defensa de su imperio. En la última etapa de su vida, la reina Juana, se aseaba escasamente, y no se cambiaba de vestido, lo que pudo acrecentar más la idea de que ciertamente estaba loca, o que pudo ser un bulo para que el pueblo no pidiera su vuelta al trono, ya que era muy querida. Su hijo Carlos se benefició de su teórica locura, ya que tras el levantamiento comunero vio como su madre podría ser un peligro para su reinado. Juana fue confinada por Fernando y más tarde por su hijo en Tordesillas, para no ser vista, y no poder alentar a los enemigos en la corte tanto los que tuvo Fernando, como los que tuvo Carlos, en una vuelta al trono de la querida reina Juana. En sus últimos años se corría la voz de que la reina estaba endemoniada, y su nieto Felipe II mandó a un jesuita a que investigara esto, el cual contó a su rey que nada de eso era cierto, y que los males que sufría su abuela se debían a la mala vida que había tenido en Tordesillas, donde el Duque de Denia estaba a su cargo, y que en algunas cartas se jaztaba de tratar a la reina por detrás de sus propias hijas, y donde prometía al monarca Carlos, que su madre no sería vista por nadie.
Hoy se cree que sufría una gran melancolía y depresión severa, que se agravó con la muerte de su marido y su confinamiento en Tordesillas. Por otro lado otros creen que sufría la misma enfermedad que su abuela Isabel de Portugal y que dicha enfermedad habría pasado de su abuela a ella genéticamente.
Juana murió el 12 de Abril de 1555, a los 75 años de edad.

Reinas de España- Juana la Loca


martes, 2 de abril de 2013

LA LEYENDA NEGRA DE ESPAÑA


"...el ambiente creado por los relatos fantásticos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en las diversas manifestaciones de la cultura y del arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado sobre España fundándose para ello en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad, y, finalmente, la afirmación contenida en libros al parecer respetables y verídicos y muchas veces reproducida, comentada y ampliada en la Prensa extranjera, de que nuestra Patria constituye, desde el punto de vista de la tolerancia, de la cultura y del progreso político, una excepción lamentable dentro del grupo de las naciones europeas."
                                                                                                                                              Julián Juderías.La leyenda negra (1914).
La Leyenda Negra fue un concepto acuñado por el escritor Julián Juderías en el año 1914, para designar los escritos antiespañoles que se generaron desde el siglo XVI por los enemigos del Imperio que forjaron los Austrias. Dicha mala prensa fue el artificio que estos "enemigos" crearon para el debilitamiento moral de un imperio que regía Europa por aquel tiempo.
Alejandro VI
¿Pero dónde comienza la Leyenda Negra?. Algunos se atreven a enmarcarla ya con las primeras conquistas territoriales fuera de la Península Ibérica por parte de los reinos peninsulares, como las del reino de Aragón en el Mediterráneo, y serían los italianos los propios que se aventuraban a desprestigiar a los españoles (como eran conocidos por entonces todos los reinos que se enmarcaban en la Península). Sus denuncias estaban precedidas por el mestizaje español, ya que los consideraban impuros por mezclarse con judíos y musulmanes, por lo cual eran llamados marranos y circuncidados, como sucedió con la elección del Papa Alejandro VI, de la Familia Borgia, los cuales habían ganado mucho poder dentro de la Ciudad Santa, y que pronto sus detractores, miembros de poderosas familias cardenalicias en Roma, comenzaron a calumniar a la dicha familia, la cual podríamos decir que recibió su propia leyenda negra. También se consideraba a los españoles menos racionales que los italianos, ya que venían de un país de bárbaros, no como los italianos que eran descendientes del Imperio Romano, estandarte de lo todo lo racional y bueno, y además eran tachados de impíos y irreligiosos por la cuestión mencionada antes de la mezcla con las culturas judía y musulmana. 
El Saco de Roma 1527
El aspecto al que podíamos llegar sobre los odios y recelos que los italianos tenían hacia los españoles, además de los citados antes, por la sensación de que una cultura como la suya que había dominado el mundo conocido no podía estar sometida por la española, ya que con la llegada de Carlos V las posesiones españoles en Italia se acrecentaron,  y por el Saco de Roma den 1526, cometido por los Tercios españoles. Pero este último acto se puede justificar por la traición del Papa Clemente VII por su alianza con el rey Cristianisimo de Francia para confabular contra el Emperador y porque las soldadas de los tercios no llegaban. Aún así los dichos tercios no estaban compuestos en su mayoría por españoles, sino que eran menos de una tercera parte, ya que en su mayoría eran mercenarios alemanes o Lansquenetes y por italianos.
La Leyenda Negra en el contexto europeo. Muchos fueron los detractores de la Monarquía Hispánica durante el siglo XVI, y que pronto se subieron al carro de las críticas vertidas por los italianos, y cargarían contra las instituciones de poder, véase la propia figura del Rey, véase la Inquisición, o el gobierno en las colonias americanas. Personalidades como el Duque de Orange, exiliado a Alemania, la propia reina de Inglaterra Isabel I o Theodor de Bry con sus grabados, cargaron contra el reino de Felipe II, pero serían los autores españoles los que harían más daño con sus escritos como Antonio Pérez o Bartolomé De Las Casas. 
El llamado triángulo de Londres, París y la Haya, fue el mayor enemigo en materia propagandística al que se tuvo que enfrentar España, y dado que a estos no les podía poner freno con la espada, la imagen de la Monarquía Hispánica se fue deteriorando con cada escrito que salia a la luz. Muchos eran los panfletos que desprestigiaban a España, en muchos casos exagerados, como el caso de la toma de Amberes en 1585 por los Tercios de Flandes, donde se habla de más de diecisiete mil muertos, cifra que los historiadores calculan de casi imposible. Dichos escritos enfrentaban la cuestión religiosa, pero la verdad era meramente política, así mismo los autores se arropaban a criticar el catolicismo español y la inquisición, pero eran meramente acusaciones para quitarse de encima el yugo imperialista español que se cernía sobre los diversos territorios. Del mismo modo se unen a la Leyenda Negra los relatos novelescos de los viajeros que venían a la Península, en los cuales muchos de ellos exagerados representaban a la población castellana como recios, muy piadosos e incultos. Muchos de estos viajeros estaban bajo pago de las diferentes monarquías enemigas de la española, las cuales subvencionaban estos escritos para deteriorar la imagen española.
Martín Lutero
Los escritos alemanes nacieron desde la pluma de Martín Lutero y desde la de Ulrico de Hutten, los cuales estaban en desacuerdo con todo los que simbolizaba la figura de Carlos V, adalid del catolicismo. Eran escritos fuertemente nacionalistas, y atacaban al catolicismo, por ser el baluarte del Papado sobre Alemania, de la cual ellos se veían diferentes y lo consideraban un peligro para el cristianismo del norte de Europa. Muchos de los príncipes de los Estados Alemanes corrieron a integrarse dentro de esta ideología para intentar que sus territorios dejaran de estar controlados por el Emperador, véase así la guerra de la Liga Esmalcanda 1546, donde algunos príncipes se revelaron a la autoridad de Carlos.
Los intereses de Francia por desprestigiar a España nacen con el enfrentamiento en Italia, ya que los intereses comerciales y territoriales del Emperador se contraponen a los franceses. Son intereses puramente políticos los que llevan a su Rey Francisco I a enemistarse con todo lo español y a pugnar siempre por la supremacía europea con el monarca español.
Antonio Pérez
En el caso inglés, la reina Isabel I enemiga consagrada de Felipe II, comenzará con las pretensiones del Papado de recuperar la Isla bajo el manto del catolicismo, y con el Rey Católico por destronarla. Pronto nacerán escritos contra los españoles, sus malas artes en América, y su intento de una monarquía universal la que llevará a Inglaterra a la guerra contra España, además los ingleses apoyaron la causa holandesa contra los españoles y arroparon a los exiliados españoles que estaban en contra del rey como Reginaldo González Montano, el cual dirigió sus escritos contra la Inquisición y sus horrendas torturas. Este tema será muy recurrente a lo largo de la historia para el desprestigio de la Monarquía Hispánica. Tras el fiasco de la Gran Armada, o la Armada Invencible, nombre cínico dado por los escritores ingleses a la empresa de Felipe II de invadir Inglaterra, la monarca inglesa pondrá sus ojos en el comercio americano y financiará a corsos para combatir a los españoles en el Caribe. Además Inglaterra acogerá en su seno a Antonio Pérez, el cual cargará contra el monarca español con sus "Relaciones" en 1594. Lo culpará de matar a su esposa Isabel de Valois y a su propio hijo el príncipe Carlos, además de acusarle de lunático, intransigente y perversamente malvado. Estas acusaciones fueron usadas por los holandeses en su cruzada contra Felipe II para conseguir la liberación de los Países Bajos.
Guillermo de Orange-Nassau
En el caso holandés, dichos panfletos se harán de manera multitudinaria, escritos para desestabilizar el poder español en Flandes. Estas provincias, siempre en rebelión contra el poder de los monarcas españoles, serían un polvorín después de la regencia del Duque de Alba sobre el territorio, y cargarían contra este y sus políticas de control que denominaban exageradas y violentas. Pero de nuevo, como en el caso alemán, se esconden tintes políticos en los escritos de desprestigio, el protestantismo será acuñado para la causa, y muchos de los nobles holandeses descontentos con la corona por no poder participar en el comercio con América y de que las malas regencias estuvieran destruyendo sus comercios decidieron sublevarse contra su Rey. Guillermo de Orange será uno de los baluartes en los que la dicha nobleza se refugiará, además de otros como los Condes de Egmont y Horn, que serán ajusticiados a muerte, y Guillermo exiliado a Alemania. Desde entonces, escribirá para desacreditar al invasor español. Acusará a Felipe II de de ser un títere en manos del Papa, cargara contra el Duque de Alba, se hará eco de los escritos de Bartolomé De Las Casas para describir a los españoles como desalmados y codiciosos y que por naturaleza eran crueles y  también fue el primero en hacer eco que el rey mató a su hijo. Por todo esto fue asesinado en 1584 pocos años después de haber escrito su "Apología" en 1580, pasando a ser mártir de la causa flamenca.
La Leyenda negra en América. Mucho se escribió sobre la conquista española de Las Indias y del maltrato que sufrieron los indígenas por la codicia de los españoles. No se puede justificar que en parte esto no fuera verdad, por que lo fue, ya que muchos de los indios murieron por la codicia de los encomenderos y por la explotación en las minas. Pero con las cifras de muertos que se barajan, no se podría explicar que todas murieran por los trabajos forzosos, ya que existen otras explicaciones para dichas muertes como las conocidas por las enfermedades que los españoles trajeron de Europa y que eran totalmente desconocidas en el Nuevo Mundo y por consiguiente mortales.
La Corona desde un primer momento promulgó leyes para la protección del Indio, como las Leyes de Burgos de 1512, en las que se prohibía esclavizar al indio o convertirlo a la fe cristiana por la fuerza. La guerra contra el indio solo era justa si los caciques locales retenían a la población a la libre conversión y que no se aceptara la soberanía española. Ya en su testamento la Reina Isabel pedía que los indios fueran tratados como súbditos de la Corona y que tuvieran los mismos derechos que el común de la población castellana, no pudiendo así ser tomadas las tierras que les pertenecieran a los indios antes de la llegada de los españoles. La clara evidencia a todo esto es que la Corona intentó proteger a los indígenas, pero las Leyes que llegaban a América desde la metrópoli en muchos casos no eran más que papel mojado.
Bartolomé De Las Casas
Desde un primer momento, las órdenes religiosas estuvieron muy presentes, ya que la bula papal inter caetera 1493, los indígenas debían ser evangelizados y pasar a formar parte de la Iglesia Católica. Estas órdenes fueron las que defenderían a los indígenas ante los abusos de los encomenderos, aunque en algunos casos ellos también se dejaron llevar por la codicia y practicaron las mismas artes de a los que denunciaban. Uno de los activistas por los derechos de los indios fue Fray Bartolomé De Las Casas, que intentó comunicar a Fernando el Católico las atrocidades que en su nombre se estaban cometiendo en las Indias. Pero no será hasta que hable con Carlos V cuando se hagan efectivos sus ruegos, con la aprobación de las Leyes Nuevas 1542, suprimiendose la Encomienda. Aunque en sus intentos por constituir una reserva de indios pacífica fracasó, ya que en su ausencia del nuevo Mundo los indios se revelaron y se marcharon de la colonia. Desilusionado, ingresaría en los dominicos, ya que esta orden estaba muy asentada en los pensamientos e ideas de la Escuela de Salamanca donde eran firmes las creencias en que el indio era un individuo y no una posesión. En dicha escuela, se debatía sobre la naturaleza del indio y sobre las acciones de los encomenderos. Las primeras informaciones sobre los abusos llegaron por boca de Antonio de Montesinos, quien en 1511 llevaba las noticias a España sobre las encomiendas. Rápidamente la Corona mandó a las universidades que debatieran la naturaleza del indio en 1512, y si era legítimo esclavizarlo. Algunos se posicionaron del lado de la esclavitud como el caso de Bernardo Mesa, quien sería Obispo de Cuba y el licenciado Gil Gregorio, que exponían  por los preceptos de Aristóteles que en el mundo hay esclavos por naturaleza, que son aquellos que no actúan con la razón y que se dejan llevar por las pasiones, a lo cual lo trasladaron al indio y lo condenaron a la esclavitud por ser bárbaros. El jurista Palacios Rubio, afirmaba que el indio necesitaba de ser mandado por el español, así que no condeno la esclavitud, aunque no la apoyó, diciendo que el indio no podía ser esclavo, pero sí debía trabajar para la Corona.  Entre 1513-1521 se debate sobre la naturaleza del indio, sobre su esclavitud o no, serían años convulsos y que no llevarían a nada ya que había simpatizantes en las dos posturas, una defendida por Las Casas y la otra contraria defendida por Juan de Quevedo, que abogaba porque la naturaleza del indio era irracional y salvaje. Fray Francisco de Vitoria defendería la postura de Las Casas, ya que afirmaba que el indio era un ser racional, ya que por los principios aristotélicos de ser racional, el indio tenia una jerarquización en su sociedad, vivía en ciudades, tenía comercio, un monarca, en general, que eran racionales y por lo tanto iguales a los hombres europeos, pero con la salvedad de que exponía que no podían gobernarse solos, y que necesitaban al español para esto. Para Vitoria, el Indio era un hombre "in potencia" y necesitaba al español para ser educado y llegar a ser un hombre "completo" ya que practicaban actos viles como los sacrificios o rituales antropofágicos. Alonso de Veracruz al contrario afirmaba que el indio era un ser inferior y que el misionero debía instruirles por medio de la razón en los misterios de la fe. Ambos desarbolaron la teoría de la esclavización del indio. Hacia los años 1550-1551, Las Casas lidió con un nuevo adversario, Ginés de Sepúlveda, quien defendía "el indio tiene una torpeza ingénita de entendimiento y costumbres bárbaras e inhumanas" (PAGDEN.A., La caída del indio natural. Alianza 1988 pag 163), y continuaba con las ideas anteriores de que el indio por sus pecados hacia Dios había perdido todos sus derechos y que no era hombre de pleno derecho, y sus tierras se debían ahora a los españoles. En esta ocasión Las Casas se basó en Cicerón y defendió que los hombres se volvían civilizados cuando alguien de fuera llegaba y les educaba, así se hacían los hombres. Además seguía defendiendo que los indios tenían razón ya que aprendían muy rápido.
De lo que se puede estar seguro es de que el organigrama de poder español intentó salvaguardar la libertad del indio, aunque en muchos casos era más importante las riquezas que llegaban de Las Indias que como se obtenían dichas riquezas. 
Las potencias europeas que rivalizaban en el monopolio del comercio español con América empezaron a usar los escritos de Bartolomé De Las Casas y otros para legitimar sus ataques a las posesiones y barcos españoles en América. Además los grabados de Theodor de Bry, en su mayoría exagerados y otros inventados, aumentaron en Europa una repulsa por los tratos de los españoles a los indígenas, ya que las imágenes en un mundo analfabeto en su mayoría como el europeo valían más que las palabras y como decía antes eran una legimitización para los ataques a posesiones españolas y portuguesas, cuando la Corona Portuguesa pasó a manos de Felipe II en 1580. 
Juicio por brujeria
Comparación entre la Leyenda Negra y la Leyenda Blanca. Así mismo podríamos  nombrar la Leyenda Blanca, la cual es conocida por la colonización anglosajona de América del Norte, en la cual se trata sobre la llegada de los colonos y su conquista de la tierra. Aunque no pueda ser tan famosa como la la española si podemos compararla con ella. Los colonos ingleses, aquellos que se horrorizaban del genocidio español en América no fueron menos en la parte del continente que colonizaron, aunque su "modus operandi" fue distinto, ya que ellos no intentaron integrar al indio dentro de su mundo, ya que era considerado pecador y lujurioso, y por lo tanto no podía manchar una sociedad como la nueva creada en América como era la puritana. Los colonos ingleses se dedicaron a masacrar y arrebatar las tierras del indio, siempre creando una frontera entre ellos y los indigenas, no así en el caso español donde no existía tal frontera entre el indio y el español y se intentaba introducir a este en le mundo del colonizador castellano. Así mismo el mestizaje entre culturas nunca fue posible, los colonos anglosajones iban cada vez aumentado más la frontera y arrebatandole el terreno al nativo americano y aniquilando su raza. Otro aspecto es el de la Inquisición, los estados protestantes pronto implantaron su Inquisición particular, ya que del mismo modo que la española fue devastadora, como las persecuciones de brujas en América del Norte, donde más de 200.000 mujeres fueron quemadas, o como las persecuciones a católicos en los Estados Alemanes protestantes o en el seno de la monarquía de Inglaterra donde ser católico era casi un delito y muchos fueron perseguidos y condenados. 

Por lo tanto debemos de entender que la Leyenda Negra solo tuvo un objetivo, la denigración de la Corona Española para usos absolutamente políticos, y en ningún caso la defensa de los indios americanos.
                                          
Entrevista a   Joseph Pérez: La Leyenda Negra Española