Juana I de Castilla |
La reina Juana, hija de los Reyes Católicos, quizás los reyes más importantes de la historia de España y que más influirían en el devenir del principio del gran imperio que forjaría la Corona Española a base de mucho esfuerzo y con la espada. Juana fue la tercera hija que los dichos reyes tuvieron (Toledo, 6 de Diciembre de 1479- Tordesillas 1555). Con la línea de sucesión ya cubierta por su hermano Juan, y en segundas consecuencias por su hermana Isabel, a la infanta Juana fue educada para ser una buena esposa y no para asumir los designios de un reino, lo que no le incapacitaría para sobreponerse a ello cuando tenga que gobernar en Castilla a la muerte de su madre. Su educación corrió a cargo de la "Latina" Beatriz Galindo, gran amiga de su madre, pronto aprendió las lenguas romances que por entonces se hablaban en los distintos reinos de la Península, como también lo hizo con el Latín y el francés. Además fue educada en los comportamientos propios de una dama de la corte, en danza y música; y siempre tuvo una profunda religiosidad, como la que procesaba su madre, la reina católica. Esta, de igual modo también participó en la educación de sus hijos, aunque sus labores de Estado no le dejaron mucho tiempo.
Juana fue una niña muy hábil de rápido aprendizaje, llegando a ser la más aventajada de todos sus hermanos, y por lo cual la reina Isabel estaba muy encandilada con ella. Pero con la llegada de la edad casadera, Juana jugaría el papel que sus padres le reservaban, sería elegida para forjar una alianza matrimonial con la Casa de Austria, y así crear un cerco alrededor de Francia, enemigo natural de la Corona de Aragón, y con el matrimonio de Fernando e Isabel enemigo de también de Castilla.
En un principio los consejeros del Emperador Maximiliano eran recelosos de una unión con Castilla y Aragón, y veían menos provechoso para sus intereses, ya que estos tenían puestos los ojos en una unión con Francia, de la que creían que daría mejores frutos a la Casa de los Habsburgo. Pero el Emperador dio visto bueno a la unión con la corona hispánica y casó a su heredero con la infanta castellana Juana de Trastámara y además hizo lo propio con Margarita de Habsburgo, la cual fue cedida en matrimonio con el infante Juan de Castilla, heredero a las coronas de Castilla y Aragón. Con estos matrimonios, las Casas de Habsburgo y Trastámara quedaban unidas, y sin que fueran conscientes de ellos en aquel momento, los Reyes Católicos forjarían el imperio español que dominaría Europa durante un siglo y medio, con la llegada al trono de Carlos, que recibiría territorios por toda Europa.
Felipe "el hermoso" |
Juana pronto embarcó hacía Flandes para en casamiento con Felipe "el hermoso" apodado así por su belleza física, saliendo de Laredo en Agosto de 1496 y desembarcando cerca de Middelburg. Tuvo que ser transportada hasta la corte en Bruselas, donde le esperaba su futuro esposo. Cuentan los escritos contemporáneos que se enamoraron nada más verse, y dada la belleza de Juana, Felipe hizo a un párroco que les casara en ese momento, en el mismo palacio de la corte. Pero el amor de Felipe hacia Juana se desvanecería muy pronto, y cuanto más se marchitaba su amor por ella, más aumentaba el de la futura archiduquesa de Austria. Los hijos no tardaron en llegar, Juana dio a luz a seis hijos, Leonor, Carlos, Isabel, Fernando, María y Catalina. Dada era la fecundidad de Juana y la facilidad de sus partos, que el nacimiento de su hijo Carlos fue en un retrete del palacio de Gante, ya que asistía a una fiesta y ella misma corto el cordón umbilical con su propia boca. De Juana se decía que "Su majestad paría como las vacas", por la facilidad de partos que tenía. La célebre frase de Isabel La Católica sobre Carlos "Este es el que se ha de llevar toda la suerte" como sucedería más adelante con la llegada al trono del mismo y la creación del gran imperio español.
Juana se vio en en una corte muy dinámica y festiva, al contrario de la castellana muy austera y sobria. Su marido pronto perdió la pasión por ella y frecuentó las camas de otras mujeres. Juana lo vigilaba continuamente por la corte, y empezó a correr el rumor entre los cortesanos flamencos que estaba loca. Producto de estas habladurías fueron las continuas peleas entre Juana y Felipe, donde esta le reprochaba su infidelidad, y por las fuertes reprimendas que le daba a sus damas de compañia, com el caso de una de sus acompañantes, a la cual desfiguró la cara con unas tijeras por creer que se acostaba con su marido.
Juana se vio en en una corte muy dinámica y festiva, al contrario de la castellana muy austera y sobria. Su marido pronto perdió la pasión por ella y frecuentó las camas de otras mujeres. Juana lo vigilaba continuamente por la corte, y empezó a correr el rumor entre los cortesanos flamencos que estaba loca. Producto de estas habladurías fueron las continuas peleas entre Juana y Felipe, donde esta le reprochaba su infidelidad, y por las fuertes reprimendas que le daba a sus damas de compañia, com el caso de una de sus acompañantes, a la cual desfiguró la cara con unas tijeras por creer que se acostaba con su marido.
En 1497 muere su hermano Juan, y su hermana Isabel se convertirá en heredera, hasta que nazca su hijo D. Miguel de Portugal, hijo de su matrimonio con Manuel I de Portugal. Pero fallecimiento de ella (1498) y de su hijo en 1500 dejaría como heredera la trono a Juana, siendo princesa de Asturias, aunque no lo fue de Gerona como su hermano Juan, ya que en Aragón no gobernaban las mujeres, lo que hizo que Fernando de Aragón tuviera segundas nuncias con Germana de Foix para buscar un heredero a la muerte de su hijo Juan y a la de su primera mujer Isabel en noviembre de 1504. Juana llego a Castilla en 1502, pero pronto se marchó de vuelta a Flandes ya que su marido se quedó en la corte flamenca. Se cree que Juana volvió porque no soportaba estar lejos de su marido, otros creen que le motivo serían los celos desmedidos y que Felipe visitaba las camas de otras mujeres con mucho asiduidad. Además se llegó hablar de Juana, como de una adicta al sexo y celosa desmedida, lo que le granjeó la fama de loca. Con la muerte de la reina Isabel en 1504, Juana se convirtió en reina de Castilla como dejó constancia en el testamento de "La Católica", pasando así Felipe a ser rey consorte. Pero los consejeros de Felipe, habidos de poder, y alguna parte de la nobleza castellana, comenzaron a convencer a Felipe para que este declarara a su mujer como loca y que a el se le proclamaría rey con todos los poderes. Poco a poco la idea fue seduciendo a Felipe, y con la Concordia de Salamanca en 1505, se hizo con parte del poder y regentó el trono con Fernando "El Católico", que por petición de su hija Juana lo hacia desde un año antes. Entre los dos muy pronto surgieron diferencias, y en el año 1506 se produjo la concordia de Vilafáfila, por la que Felipe, con el apoyo de la nobleza castellana fue proclamado rey de Castilla y Fernando tuvo que volver a Aragón. Pero poco duró su reinado, ya que solo 2 meses después, muere en Agosto de 1506. Mucho se ha hablado de la muerte de Felipe I, aunque la historia oficial dice que murió por las fiebres que le provocó beber agua muy fría después de un partido de pelota, muchos son los escépticos y piensan que su muerte pudo ser orquestada por Fernando para recuperar la regencia de Castilla. Juana desolada por la muerte
Reclusión de Juana en Tordesillas. |
de su marido, comenzó el traslado de su marido a Granada, donde debía ser enterrado, aunque nunca llegó, y en Tordesillas fue enterrado, hasta su posterior traslado a Granda en 1525, y del mismo modo que Juana fue allí recluida contra su voluntad por mandato de su padre. Allí pasó los años la reina Juana, la que solo vería a su hijo Carlos en dos ocasiones, y que este, el Austria, poco se interesó por ella. Solo volvió ha escena cuando los comuneros en 1523 le pidieron que retomara las riendas del reino en contra de su hijo Carlos, pero ella se negó, no por locura, sino porque se cree que Juana nunca tuvo ni las ganas ni las fuerzas para gobernar el reino de Castilla. Juana moriría en 1555, su hijo Carlos, en 1558, quien le usurpó su reino durante 37 años.
¿Qué hay de cierto en la locura de Juana?
Ya había habido casos en su familia de locura según cuentan los cronistas de la época, como en el caso de abuela, la que fue segunda esposa de Juan II de Castilla, Isabel de Portugal. Esta reina, tuvo que ver como con la muerte de su marido, su hijastro Enrique IV de Trastámara era coronado rey, y como la posición de Enrique nunca fue fuerte,¿Pudo ver Isabel de Portugal miedo a que sus hijos pudieran ser asesinados o maltratados por su hermano?. La posición en el trono de Enrique no fue segura, ya que delegó en sus validos e intentaron derrocarle los mismos en el que él confió, pero no se cree que quisiera hacer daño a sus hermanos, ya que los procesaba gran cariño. Lo que sí el claro que Isabel de Portugal procesara miedo a los que de alguna manera gobernaban en Castilla, y de que estos pudieran apresar a sus hijos en busca de sus intereses. Pero también cabe la posibilidad que estuviera loca, ya que los escritos de la época decían que sufría fuertes ataques y que en alguna ocasión "echaba espumarajos por la boca", quizá su locura solo se debía a una epilepsia aguda. Si fuera cierto que sufría esta enfermedad no conocida en ésta época, pudo ser que fuera llamada loca por el desconocimiento de la dicha enfermedad.
Los restos de Juana y Felipe descansan en la catedral de Granada. |
en lo que nos concierne a Juana, su "locura" algunos la han catalogado de un amor profundo que procesó a su marido, y por uno celos desmedidos. Lo que sí es cierto es que a todos les interesaba declalar que Juana estaba loca, en primer lugar a su marido, Felipe, el cual quería el trono de Castilla para sí, y no ser nada más que un consorte; a su padre,Fernando, que quería seguír ocupando la regencia de Castilla, y que lo hizo hasta su muerte en 1515; y por último a su hijo Carlos, para poder dirigír Castilla a su antojo, y tener alcance así a los recursos que llegaban de América para gastarlos en la defensa de su imperio. En la última etapa de su vida, la reina Juana, se aseaba escasamente, y no se cambiaba de vestido, lo que pudo acrecentar más la idea de que ciertamente estaba loca, o que pudo ser un bulo para que el pueblo no pidiera su vuelta al trono, ya que era muy querida. Su hijo Carlos se benefició de su teórica locura, ya que tras el levantamiento comunero vio como su madre podría ser un peligro para su reinado. Juana fue confinada por Fernando y más tarde por su hijo en Tordesillas, para no ser vista, y no poder alentar a los enemigos en la corte tanto los que tuvo Fernando, como los que tuvo Carlos, en una vuelta al trono de la querida reina Juana. En sus últimos años se corría la voz de que la reina estaba endemoniada, y su nieto Felipe II mandó a un jesuita a que investigara esto, el cual contó a su rey que nada de eso era cierto, y que los males que sufría su abuela se debían a la mala vida que había tenido en Tordesillas, donde el Duque de Denia estaba a su cargo, y que en algunas cartas se jaztaba de tratar a la reina por detrás de sus propias hijas, y donde prometía al monarca Carlos, que su madre no sería vista por nadie.
Hoy se cree que sufría una gran melancolía y depresión severa, que se agravó con la muerte de su marido y su confinamiento en Tordesillas. Por otro lado otros creen que sufría la misma enfermedad que su abuela Isabel de Portugal y que dicha enfermedad habría pasado de su abuela a ella genéticamente.
Juana murió el 12 de Abril de 1555, a los 75 años de edad.
Reinas de España- Juana la Loca
Reinas de España- Juana la Loca
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